||Privado|| Sala Común Slytherin || 2:00 Am. || 20/09/2016 || Charlas De Media Noche Con Los Demonios:

||Privado|| Sala común Slytherin || 2:00 am. || 20/09/2016 || Charlas de media noche con los demonios: Los recuerdos pueden ser tan imprevistos. || #MGCActividad #MGCMusicPlay

La navaja se deslizo suavemente sobre su muñeca, dejando a su paso un ligero corte del que la sangre brotaba, contrastando con su pálida piel que permanecía insensible, preguntándose si debía cortar más profundo para poder sentir un poco de dolor, lo hizo hasta sentir un cosquilleo suave, era interesante como después de todo lo vivido su piel había perdido la sensibilidad por las sensaciones desagradables, pero en cambio, las caricias, los besos, los suaves roses de la piel contraria le resultaban agobiantes, estremecedores y sumamente placenteros.

Las suaves llamas de la chimenea iluminaban una parte de la amplia habitación que en su mayoría permanecía sumida en las sombras dando el ambiente perfecto para las horas de meditación que Reggan llevaba sentado sobre uno de los sofás de piel de la Sala común de las serpientes.

First Song: Nine Inch Nails: Every day is exactly the samehttps://www.youtube.com/watch?v=-i_jpgZN39s

♫I believe I can see the future Cause I repeat the same routine I think I used to have a purpose But then again That might have been a dream I think I used to have a voice Now I never make a sound I just do what I've been told I really don't want them to come around Every day is exactly the same Every day is exactly the same There is no love here and there is no pain Every day is exactly the same I can feel their eyes are watching In case I lose myself again Sometimes I think I'm happy here Sometimes, yet I still pretend I can't remember how this got started But I can tell you exactly how it will end ♪ I'm writing on a little piece of paper I'm hoping someday you might find Well I'll hide it behind something They won't look behind I'm still inside here A little bit comes bleeding through I wish this could have been any other way But I just don't know, I don't know what else I can do♪

Era impresionante lo que podía llegar a hacer por sus propios meritos, nunca se había acostumbrado a hacer las cosas por sí mismo, sus sirvientes, sus acompañantes, sus amigos y amantes temporales lo hacían todo por él. Pero esta tarde que paso en Hogsmeade pudo descubrir una pequeña parte del mundo del que estuvo apartado por tanto tiempo. Había comprado algo que seguramente sería su mayor confidente durante su estancia en este lugar. El tocadiscos tocaba una de sus canciones favoritas y una que a la vez le traía recuerdos de sus días aburridos en casa cuando solía ser un “chico bueno” donde asistía a las reuniones sociales en Rumania, fiestas exclusivas, desayunos, comidas y cenas en las mejores mansiones, con las mejores familias, en los mejores bailes, siempre hablando de política y sociedad, siempre siendo alagado, amado y venerado por todos, siempre lo mismo. Tan aburrido, tan vano… Oh, como llego a odiar la vida en esos días, sin Catherine en casa solo podía charlar con los libros, expresarse con la música y sus diarios.

¿Cuándo es que todo eso cambio? Cuando la orden decidió aceptarlo. Cuando comenzó a liberar toda esa represión con sus víctimas, cuando toco el cielo cometiendo los actos y crímenes más reprochables y perversos. La canción terminó y comenzó otra, vaya que le gustaba ese disco. La música en vinil sonaba tan autentica que se relajo notoriamente llevando el whisky a sus labios a la par que recitaba la letra de la canción sumiendo sus recuerdos en la obscuridad.

Second Song: Nine Inch Nails – Closer: https://www.youtube.com/watch?v=A4nhl9j-Fsc

Castillo Vlad, 2014: El aroma de la sangre invadía todo el lugar, los cuerpos parecían danzar con suaves movimientos, desde el vestíbulo hasta la habitación principal en el ala este. La nieve caía lentamente afuera, pero dentro, el calor se apoderaba de todo. La a sangre aun brotaba de las heridas de cinco cuerpos inertes tirados sobre el suelo, mientras los otros tres se desbocaban sobre las sabanas ensangrentadas en un acto de deseo y perversión pura.

Definitivamente uno de los mejores encuentros durante una de sus fiestas privada que había tenido, las chicas eran preciosas, le alegraba haberlas dejado vivas y verlas en varias ocasiones después.

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Una canción que develaba todos los pecados que había cometido y por que lo había hecho, para darle un motivo a su vida, un propósito en lo que era mejor, hacer sufrir a los demás. Y al mismo tiempo pensaba en Elysian¿Qué opinaría ella de todo eso? No tenía ni una semana de que se había apartado de ese ritmo de vida tan poco común y no estaba seguro de poder mantenerse alejado, aunque la constante de orgías en su mansión habían terminado por volverse una nueva rutina que comenzaba a aburrirle, su nuevo interés era esa joven, pero nada le garantizaba que ella comprendería y al mismo tiempo que aceptaría que tuvo un pasado tormentoso, todo era una cadena de eventos que comenzó a formarse desde el instante en que respiro por primera vez, y con Ely no quería tener secretos, no podría ocultarle la verdad de lo que era aunque terminará odiándolo, ella sería por el resto de su vida la única mujer a la que llego a amar de esa manera. Aunque no sabría como tomar su rechazo definitivo, quizás esta fuera en conjunto, una de las pocas veces en su vida que haya considerado terminar con su vida. Encendió un cigarrillo, el humo se esparció por la habitación mientras una tras otra las canciones develaban nuevos recuerdos.

Llevándolo al pasado, y de pronto al futuro, sus visiones tan nítidas, tan reales, le atemorizaban cada vez mas, se levanto de golpe dejando caer el vaso al suelo que se hizo trisas al estrellarse con la fría superficie:

-Catherine...!-

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RESPALDOS:

-No… No quiero que sienta el compromiso de ir conmigo porque me “debe” algo- Y era verdad, él detestaba que las personas hicieran ciertas cosas solo por obtener algo a cambio, y aunque él era el principal manipulador a la hora de cobrar favores no le gustaba que las personas se sintieran obligadas a hacer algo por él. Los demás siempre habían hecho cosas por amor, por admiración, por el gusto de que Reggan se sintiera complacido, pero Elysian era extraña, parecía ser mas por obligación que por querer estar con él, era la primera vez que sentía un rechazo de este tipo y no sabía cómo reaccionar así que se ponía a la defensiva pero sin llegar a ser grosero o arrogante porque se trataba de ella, seguía siendo encantador pero de una manera seria. – Quiero que quiera estar conmigo porque le agrado, o de menos le soy tolerable- dio un par de pasos al frente apartándose de ella, tomando camino hacía donde fuera que sus pasos lo llevaran, y si ella estaba de acuerdo en acompañarlo lo seguiría, si no era libre de irse y dejarlo de lado haciéndole entender de una vez por todas si podrían seguir adelante o irse olvidando de la idea, de la esperanza que algún día la señorita Lutz supuso para el mayor.

 Sus pasos lo guiaron hasta un complejo laberinto de escaleras que no hacían nada más que subir, iba a paso constante, sin mirar atrás, sin atreverse a ver si lo había seguido, solo hasta que llegó a la cima de la torre obscura, con el pulso acelerado por la intriga de tener que descubrir la realidad se giro para ver si seguiría amando a Ely o debería olvidarse de una vez por todas de ella.

 La noche se cernía sobre el castillo, el atardecer poco a poco coloreaba el cielo de intensos tonos naranjas y violetas mientras el chico permanecía oculto en la obscuridad de las mazmorras de Slytherin, en su habitación terminando de enlistarse para la reunión de esta noche en compañía del resto de alumnos de la escuela, completos desconocidos para él, al menos esperaba encontrar a un par que llenará sus expectativas, o que fueran al menos un poco interesantes, pero sobre todo, tenía la ilusión de ver a la señorita Lutz.

 No sabía si vestir demasiado formal o informal, sería una fogata pero no por eso podía relajarse y es que no sabía cómo era que vestían aquí, simplemente usaban uniforme el 90% del tiempo, era abrumador tomando en cuenta que Reggan jamás tuvo que usar, tenía un conflicto, porque era obligatorio llevarlo y aunque la primera semana pudo evitarlo estos nuevos días no podría pasarlo por alto, lo detestaba, era como si lo obligarán a ser como el resto de los plebeyos de este lugar.

 Un último vistazo a su imagen en su espejo favorito, había traído una docena con él pero este, este era único en verdad, solía charlar a menudo frente a sí mismo, vaya que era un joven apuesto, pero ser solo una cara bonita no era suficiente, apretó los puños sin quitar su sonrisa encantadora de los labios y golpeo el vidrio con el puño, este se fragmento al instante en miles de pedazos, algunos cayeron al suelo, otros simplemente se clavaron en su piel que de inmediato comenzó a sangrar y un suave cosquilleo le recorrió todo el brazo. Puso los ojos en blanco, la sangre comenzaba a brotar de una manera escandalosa, no podía manchar su ropa o llegaría tarde. Un rápido movimiento de su varita y la herida estaba curada, su piel tan perfecta como siempre, sin un solo rasguño. La magia le había librado de tantas, los latigazos, las heridas en combate, sus simples placeres pasionales, todo eso hubiera dejado secuelas terribles en el cuerpo de cualquiera, incluso podría haberlo matado, afortunadamente esas cicatrices solo permanecían en su alma que desde hacía tanto estaba condenada al peor de los infiernos, a los castigos más atroces por la eternidad. Recobró su expresión cautivadora con un suspiro y salió de la habitación con camino al lago.

 El paisaje era majestuoso, divino, como sacado de su libro de poesía favorito, aun mas que eso, de lo que sintió el autor cuando tuvo hizo tan esplendida creación, solo podría describirse como un sueño, pero era un mejor, porque era real. A lo lejos se percibió el inició de la hoguera, y se encamino a pasos tranquilos en aquella dirección. Al llegar todos los presentes comenzaban a divertirse, convivir, charlar, beber, uhm la cerveza no era su mayor deleite en cuanto a bebidas se refería, y mucho menos la cerveza de mantequilla que era demasiado dulce, demasiado agresiva para su gusto refinado. Esto era de lo más aburrido e inusual, nunca fue a una fiesta universitaria pero imaginaba que debía ser parecido solo que estos chicos tenían menos espíritu que un cadáver, y hasta cuando había cadáveres en sus fiestas privadas se sentían más vivos. Meditaba sobre la idea general de la “reunión” mientras recorría los alrededores hasta que sus ojos se posaron sobre lo más esplendido que sus ojos pudieran haber contemplado en toda su vida, o bueno, desde que la conoció:

 -Señorita Lutz- Estaba lo más lejos posible de todos, retirada entre las sombras con el  ligero resplandor del fuego que iluminaba su rostro, era preciosa. Se acerco a ella haciendo una elegante reverencia- ¿Una encantadora noche no le parece? – Exclamo colocándose a su lado para contemplar al resto de los mortales- No esperaba verla aquí pero mi mente y mi corazón anhelaban que pudiera venir, me acaba de otorgar el regalo mas privilegiado de todos: La oportunidad de disfrutar de su compañía- No podía dejar de ser tan galante con ella, y es que aunque ella lo rechazara él no quería darse por vencido, era una reacción natural de su ser cuando estaba junto a ella.

   Parecía que trataba de agradecerle y al mismo tiempo su rostro inexpresivo parecía no entender como, era confuso, pero por sus expresiones tan poco presentes el mayor comenzaba a sacar demasiadas preguntas, sobre porque ella era así. Parecía un ángel y como tal no podía sentir dolor, o temor, pero al parecer tampoco amor, alegría. Pudo percibir un poco de timidez y pena en su voz pero solo eso, lo dejaba con un vació inexplicable por querer descubrir a la verdadera Elysian Lutz.

 Pero ella se apresuro a querer alejarse dejando todo eso en su mente que desde que la conoció era un caos constante, no quería que se fuera, esta vez no lo permitiría. Se adelanto estirando su mano para tomarla por la muñeca pero recordó que esto la molestaba así que se detuvo alcanzando solo a rozar sus dedos que temblaron ante el suave contacto de su fría y pálida piel.

 -Ely… ahm… Señorita Lutz, por favor, no se vaya, quédese, vayamos a un lugar más tranquilo donde podamos charlar- Ella lo ponía nervioso, y lo admitía porque era notorio, su voz nunca solía tener aquella duda por decir lo que quería, deseaba o pensaba pero con ella se tomaba el cuidado de ser increíblemente cortés y amable. – No le quitaré mucho tiempo, solo… en lo que se relaja y en lo que todos olvidan lo sucedido.

“The Beauty Is In My Life. The Pleasure Is In My Hands. The Darkness In My Soul “
“The Beauty Is In My Life. The Pleasure Is In My Hands. The Darkness In My Soul “

“The beauty is in my life. The pleasure is in my hands. The darkness in my soul “

El artista es creador de belleza. Revelar el arte y ocultar al artista es la meta del arte. El crítico es quien puede traducir de manera distinta o con nuevos materiales su impresión de la belleza. La forma más elevada de la crítica, y también la más rastrera, es una modalidad de autobiografía. Quienes descubren significados ruines en cosas hermosas están corrompidos sin ser elegantes, lo que es un defecto. Quienes encuentran significados bellos en cosas hermosas son espíritus cultivados. Para ellos hay esperanza. Son los elegidos, y en su caso las cosas hermosas sólo significan belleza. No existen libros morales o inmorales. Los libros están bien o mal escritos. Eso es todo. La aversión del siglo por el realismo es la rabia de Calibán al verse la cara en el espejo. La aversión del siglo por el romanticismo es la rabia de Calibán al no verse la cara en un espejo. La vida moral del hombre forma parte de los temas del artista, pero la moralidad del arte consiste en hacer un uso perfecto de un medio imperfecto. Ningún artista desea probar nada. Incluso las cosas que son verdad se pueden probar. El artista no tiene preferencias morales. Una preferencia moral en un artista es un imperdonable amaneramiento de estilo. Ningún artista es morboso. El artista está capacitado para expresarlo todo. Pensamiento y lenguaje son, para el artista, instrumentos de su arte. El vicio y la virtud son materiales del artista. Desde el punto de vista de la forma, el modelo de todas las artes es el arte del músico. Desde el punto de vista del sentimiento, el modelo es el talento del actor. Todo arte es a la vez superficie y símbolo. Quienes van más alla de la superficie, se exponen a las consecuencias. Quienes penetran en el símbolo se exponen a las consecuencias. Lo que en realidad refleja el arte es al espectador y no la vida. La diversidad de opiniones sobre una obra de arte muestra que esa obra es nueva, compleja y que está viva. Cuando los críticos disienten, el artista está de acuerdo consigo mismo. A un hombre le podemos perdonar que haga algo útil siempre que no lo admire. La única excusa para hacer una cosa inútil es admirarla infinitamente. Todo arte es completamente inútil.

RESPALDOS:

||Privado|| ¿Crees en el destino? El comienzo de algo nuevo || 15/10/2016 || 4:00 pm. || Paris, Francia ||

-Apresurate… ¡Catherine!

La joven que mantenía la vista fija sobre el horizonte alzo la mirada y asintió, se apresuro a tomar su bolso que estaba en el suelo a su lado y con la gracia de una bailarina corrió hacía el grupo de chicas que la esperaba en la puerta del esplendido palacio que había sido su hogar los últimos cinco años, ni siquiera en todo ese tiempo había puesto un pie de vuelta en Transilvania, en el castillo Vlad. No tenía nada que hacer ahí, solo extrañaba profundamente a su hermano, pero sabía que él no la necesitaba, al menos no de la misma manera, sabía que le gustaba estar solo y que la quería lejos, así estarían bien.

Su hermoso cabello dorado se agitaba con gracia, sus preciosos ojos azules lo exploraban todo, sus dulces labios no dejaban de sonreír y esbozar expresiones de sorpresa y encanto por cualquier cosa nueva que veía, en el mundo muggle, todo para ella era desconocido y misterioso, sumamente llamativo, nunca tuvo la oportunidad de salir a conocer el mundo, no con tantos riesgos alrededor, y mucho menos con sus extraordinarias habilidades que no podría llegar a ser expuestas ante las personas ordinarias. Habilidades que guardaban secretos terribles, ocultos bajo la inocencia de una mujer en el cuerpo de una niña, aun a pesar de aparentar menos edad de la que en realidad tenía, a sus dieciséis años era una talentosa bruja, hábil en todas las ramas, especialmente en transformaciones, una de las animagas más jóvenes registradas hasta el momento por el ministerio, una persona brillante, sumamente inteligente y al mismo tiempo llena de preguntas, un espíritu joven, constantemente asediada por el fantasma de la reputación de su familia, atormentada por lo que le deparaba el futuro, no tenía los mismos dones que Reggan y ella no podía prescindir de la clarividencia y él prefería evitar el tema con ella, sus cartas eran tan monótonas, tan inexpresivas, como si intentara calmarla pero pidiera auxilio, ocultándolo todo, aquello la preocupaba mucho. Pero eran partes de la misma moneda completamente opuestas, ella trataba de escapar de la obscuridad inscrita en su alma desde su nacimiento y Ree solo se había entregado a ella, amaba a su hermano y quería salvarlo pero ¿Cómo ayudar a una persona que no quiere ser salvada? Esto y mucho más la mantenían en constante reflexión. Pronto él asumiría las responsabilidades como jefe de la familia, en su decimo octavo cumpleaños ¿Sería el final del periodo de miedo hacía el apellido Stoker o el comienzo de una nueva guerra mágica? Temía por la vida de aquel niño del que se enamoro por cuidarla y protegerla tanto tiempo, quería hacer lo mismo por él y lo haría, así tuviera que renunciar a sus votos de amor por la vida, de bien, de nobleza, de todos los valores en los que creía, lo haría, por su hermano. Sabía que ella nunca debió de haber nacido, en la familia nunca antes nació una mujer pero él la convenció de no creer en eso, le dio el valor de aceptarse y le estaría eternamente en deuda por ello.

-Te quedaste demasiado callada…- sus ojos se posaron sobre la chica frente a ella que bebía su té con elegancia, Cate le regalo una amplia y tímida sonrisa negando.

-Lo lamento, me quede pensando en…- Fue interrumpida.

-¿En el chico de tus pinturas? Tu hermano… Reggan-

-Si…- Su mejor amiga, Amanda, solía hablarle demasiado del joven de ojos claros al que había pintado infinidad de veces de tantas maneras diferentes, como si intentara descubrir todas sus facetas, conocerlo por completo, en el pasado ella creía que era una especia de amor platónico hasta que le contó sobre él. Cinco años después de conocerse seguía haciéndolo, justo como la primera vez, era como si el tal Reggan, que sonaba maravilloso en sus historias, jamás hubiera crecido, se quedo como el niño de trece años que se quedo en Transilvania. Le preocupaba su amiga, había sido como una hermana para ella todos estos años, su familia la conocía y la adoraban. En cambió sabía muy poco de ella, solo un poco más de lo que la mayoría podía ver pero eso no le decía nada, nunca se atrevió a llegar más lejos, por miedo y respeto, Stoker no era un apellido que se tomara a la ligera pero ella parecía en verdad ser completamente distinta, cuando su naturaleza saliera a flote, no quería tener que despedirse de su amiga.

-Está bien, te lo aseguro, por lo que me dices, que dejo de escribir, yo creo que es por la nueva escuela y todo eso, quizás hasta conoció a una chica y está enamorado, por eso no piensa en nada más.-

-¿Reggan enamorado? Eso sería maravilloso, sé que no habría nadie así de buena para él pero cuando la conozca o si ya lo hizo sé que debe ser asombrosa, hermosa y espero… que sea capaz de entenderlo y amarlo como nunca nadie lo ah hecho y estoy seguro de que él hará lo mismo, puede que sé un poco necio pero es un buen chico, muy leal, un compañero para siempre.

-Eso me pone en duda, te la pasas pensando en tu hermano al que no has visto por cinco años, ni siquiera sabes cómo se ve ahora, pero fuera de eso debes comenzar a pensar más en ti, no todo es estudio y entrenamiento- Tomo su mano con ternura- Diviértete, eres muy joven, eres hermosa, inteligente, debes comenzar a salir más, quizás conocer un chico- Dijo con una sonrisa insinuante que hizo que las mejillas de la menor se ruborizaran de golpe.

-No, no tengo tiempo y además, tú sabes que mi vida son las historias, la ficción, tengo expectativas muy irreales sobre el amor, sobre los hombres, prefiero quedarme con los héroes de mis novelas románticas, con sus aventuras, con sus vidas asombrosas, eso sí que es para mí.- abrazo su bolso con fuerza, aquel que iba lleno de libros, algunos de sus favoritos.

-Eso no es correcto, podrías buscar tus propias aventuras, convertirte en una heroína como en tus historias, vivir un romance como ningún otro, tienes todo para ello, solo te hace falta emprender el camino, recuerda que las caídas también son parte de la vida, no te arrepientas de nada, vive al máximo, forma experiencias, ten el valor de enfrentarlo todo. Te quiero y no me gustaría ver que un día, dentro de mucho tiempo me digas que te hubiera gustado pensar más en ti, eres la persona más solidaria y noble que conozco pero debes ser un poco egoísta, al menos piensa en lo que te he dicho hasta el momento, es un consejo de alguien que quiere verte feliz.

-Soy feliz…-

-¿Realmente lo eres?- La menor se quedo pensativa mientras bebía de su jugo observando los pastelillos sobre la mesa, alzo la mirada observando a sus otras dos amigas haciendo fotos con una cámara instantánea cerca de ahí.

-Lo haré… pensaré en tu consejo, gracias- Apretó su mano suavemente ocultando su miedo bajo una sonrisa llena de esperanza e ilusión. – Ahora vamos, no tenemos todo el día, hay que aprovechar el paseo antes de volver…-

*

Desde que llego a Beauxbatons todo fue completamente distinto, no tardo demasiado en adaptarse al ambiente tranquilo y de ensueño que se respiraba en los corredores del esplendido castillo que ahora era su hogar, si bien el castillo Vlad era un palacio era todo lo contrario, aquí todo tenía un toque mágico, como en las historias de princesas, príncipes y dragones que le gustaba leer, y no como un castillo al estilo Drácula o el doctor Frankenstein, en la época victoriana, pero no en el sentido bueno, en casa aun se conservaban costumbres muy arcaicas y sin sentido. Cuando fue sacada de ahí no sabía cómo sentirse, pero una vez fuera nunca regresó, solo habría una razón por la que volvería y él la quería lejos. Pensaba en todo aquello mientras mantenía la mirada fija sobre una frase en el libro que leía: “No hay nada que el arte no pueda expresar”- Algo que sabía que su madre creía firmemente, ella le enseño a apreciar la belleza en todas sus formas, le enseño a pintar y estaba segura de que si se hubiera quedado un poco más a su lado, le habría enseñado a ser tan fuerte como ella. El protagonista de aquel libro le recordaba de cierta manera a su hermano, un chico hermoso, que ocultaba profundos secretos que condenaban su alma, no conocía a Reggan, al igual que él no la conocía a ella, cinco años no pasaban en vano. “El mundo es muy grande y está lleno de gente maravillosa” – Aquella frase colocó una amplia sonrisa en sus labios, cerro el libro y lo abrazo con fuerza contra su pecho, lo guardo en su bolso que se colgó a la espalda y se levanto de su silla, mirando a sus compañeras que se quedaron inmóviles cuando notaron su expresión: -Es hora de regresar…- Interrumpió una de ellas -Regresen ustedes, yo volveré pronto…- En cualquier otra situación, Samantha no la habría dejado sola pero entendía lo que estaba haciendo así que solo asintió. -Vamos, las tres chicas emprendieron el camino de vuelta al lugar donde podían usar el traslador sin problemas, dejando a Catherine de pie en medio de la concurrida sala de té donde cada vez se reunían más y más personas, si había algo que a Cate no le gustaba era eso, y más los muggles, eran extraños, muy interesantes pero le incomodaban, así que tomó paso hacia la salida, sin poner mucha atención al frente termino por estrellarse con alguien que venía de frente, un joven, alto, con un hermoso cabello rubio y facciones aun mas bellas, ella se quedo inmóvil pegada a él solo mirándolo hacia arriba, era mucho más alto, quedo atónita sin decir nada durante unos segundos en los cuales todo a su alrededor desapareció y solo existían ellos dos, tenía una cara de sorpresa única, hasta que cayó en cuenta de donde estaban y el bullicio regreso a sus oídos, retrocedió inmediatamente dejando caer el bolso de sus manos, se ruborizo de golpe y se inclino a levantarlo exclamando con pena al levantarse: -Lo siento mucho, eh sido sumamente descuidada y mis pasos insensatos me han llevado a cometer esta falta. – Hizo una suave reverencia alzando la vista lentamente hasta encontrarse con esos ojos azules que le hicieron estremecerse- Disculpe…- dijo adelantándose para salir de ahí lo más rápido posible, quería correr pero se mantuvo firme, solo avanzando, con el corazón latiéndole con fuerza en el pecho, preguntándose si los príncipes lucían así, estaba segura de que no, ese chico no parecía un príncipe, parecía un ángel, un hermoso ángel del que ahora intentaba escapar.

*

La voz de aquel joven la había dejado consternada, era una voz tan hermosa que aun resonaba en sus oídos haciéndole una petición que no estaba en disposición de rechazar, mejor dicho no quería, luego cayó en cuenta de que él la había seguido y en realidad le pedía aquello, se giró mirándolo fijamente con asombro: -Que atrevimiento el suyo…- dijo exaltada, no estaba acostumbrada a hablar con chicos, en la escuela la mayoría eran chicas y los chicos de por ahí la evitaban por sus antecedentes, vivía con una constante maldición, su familia. Ella misma se había acomplejado a alejarse de todos para protegerlos, pero este chico, tenía algo diferente, algo peligroso, algo atrayente, aun no sabía que era pero quería descubrirlo, entonces las palabras de Amanda resonaron en sus oídos: Podrías buscar tus propias aventuras, convertirte en una heroína como en tus historias, vivir un romance como ningún otro, tienes todo para ello, solo te hace falta emprender el camino. “Se valiente” se dio ánimos a sí misma y suspiro volviendo los ojos a los contrarios- Lo siento, no estoy acostumbrada a hablar con chicos o personas fuera de la escuela pero… me encantaría poder disfrutar de su compañía esta tarde.- Ahora ella era la que se tomaba el atrevimiento de aceptar estar con un completo desconocido, pero algo en él la hacía confiar. Si su hermano la viera la mataría, luego recordó que no la había visto en cinco años y que poco le importaría así que con una sonrisa encantadora y las mejillas ruborizadas se acerco al extraño para caminar a su lado: -Soy Jade…- no había necesidad de decir más, no sabía si era un muggle o un mago pero no se arriesgaría a que se alejará de ella.

*

-No se disculpe, me cuesta trabajo aceptar que alguien quiera… pasar tiempo conmigo- dijo con una sonrisa apenada, su cara estaba completamente enrojecida por la vergüenza que le causaba comportarse de una manera tan tonta. -Darío- Repitió en voz baja acariciando cada letra con su dulce voz- Es un bello nombre ¿De dónde es? – dijo mucho más tranquila después de que su corazón desbocado se calmara un poco tras sentir el cálido tacto de los labios del mayor sobre su piel, mientras le seguía, en realidad ella conocía poco de la ciudad, solo sitios de interés general así que poco ubicaba de hacía donde se dirigían pero no protesto, le gustaba que aunque su comienzo fue un poco apresurado, era un joven con modales y elegancia, era encantador. – Le sorprenderá saber que llevo algunos años viviendo por aquí y conozco muy poco en realidad, gracias por ser mi guía ¿Es usted de por aquí? En caso de que no creo que perdernos juntos es una buena manera de tener una aventura- Cuando estaba nerviosa hablaba demás, Cate tenía los modales de una princesa cuando era el momento debido pero en circunstancias más relajadas se comportaba como una niña. Poco a poco la pequeña calle por la que andaban les dio paso a una zona sumamente colorida y concurrida, por las personas que entraban y salían de las pequeñas y grandes galerías, era maravilloso, París era una de las capitales del arte en el mundo y poco había tenido la oportunidad de adentrarse a conocer todo lo que esta ciudad tenía para ofrecerle, así que estaba emocionada, se acerco más al joven, tomándolo por el brazo en un cómodo abrazo mientras andaban por la calle- Esto es verdaderamente hermoso…- se aparto un momento corriendo, mientras giraba con sus movimientos de bailarina, disfrutando del entorno pero aun más, de ver al apuesto joven que la acompañaba.

*

-¿En serio? Oh! esta muy lejos de casa... ¿Que hace en París?- Él tenía algo, algo especial, que contrastaba con ella pero no sabía explicar, quizás era por su edad, él habría vivido muchas cosas que ella aun ni pensaba, y es que aunque no era una chica común disfrutaba de hacer cosas normales. salir con sus amigas, estudiar y soñar todo el tiempo, era como una niña de trece años, que no ansiaba crecer pronto. -Ahm... si, bueno... es que no tomó café, me pone hiperactiva pero si que me gusta el té- dijo asintiendo con una amplia sonrisa. Ni siquiera había pensado en el tiempo, por primera vez en su vida no le preocupaba meterse en problemas, se estaba diviertiendo como nunca, no tenía miedo o pena de ser ella misma por que el joven que la acompañaba la motivaba a serlo.

*

Como niña obediente volvió a tomar el brazo del mayor siguiéndolo con confianza ciega. Algo en él la hacía no tener dudas de su bondad, aunque al igual que ella guardaban oscuros secretos en su alma.

-La conozco pero me gustaría escucharla de sus labios- un rubor suave apareció en sus mejillas- Si no le importa, sería mucho más instructivo que leerlo en una aburrida lección de historia.- Sentados en la mesa, a la tenue luz de la tarde todo parecía mágico, escuchaba atentamente al más alto imaginando todo aquello que le contaba, había visto las fotografías e imágenes pero nunca había pensado si quiera en la posibilidad de poder visitar un lugar como ese, estaría penado por las normas de la escuela, adentrarse en lugares tan riesgosos y peor, no atender el toque de queda, que por estos momentos estaba ignorando, la hora límite para su regreso al castillo estaba próxima, pero por primera vez en su vida no quería volver, quería quedarse a disfrutar de la compañía del príncipe de ojos azules que conoció apenas una hora atrás.

Cuando el mesero llegó pidió un té simple de lavanda, le encantaba porque era una infusión relajante y en momentos como estos, que su corazón latía con intensidad necesitaba calmarse, dos terrones de azúcar, y no dejaba de morderse los labios constantemente.

-Es una pena que aunque llevo cinco años viviendo acá nunca tuve la oportunidad de conocer lo que era vivir cotidianamente, mi escuela es muy estricta, solo puedo salir los fines de semana y por un par de horas, con mis amigas, me meteré en problemas por decir esto pero… aunque ya es tarde, me gustaría quedarme un poco más con usted y… ¡Que le parece si vamos a las catacumbas! ¡A verlas y explorarlas!- nunca pudo haber imaginado algo más bizarro, bueno, quizás si, pero lo impactante no radicaba en la idea si no en que podía hacerse realidad, en lo riesgoso que podía ser y en lo excitante que resultaba, era una aventura, y sentía como todo aquello que reprimió por años para mantenerse al margen y ser una joven dedicada y ejemplar ahora quería disfrutar del mundo, ser valiente, atrevida.

¿Qué pensaría su hermano si la viera ahora? Seguramente le tiraría una copa de agua fría en la cabeza por no guardar postura, o peor aún, por estar hablando con un muggle, pero Darío no era ordinario, tenía algo “mágico” para ella él era más poderoso que cualquier magia o hechizo, más poderoso que la amortentia o que sus propias habilidades, él robo su corazón, y eso le daba un poder absoluto sobre su mundo.


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#SlytherinRoyalty ||Privado|| Practica de serpientes: Compulsum, DCAO || 16/11/2016 ||

¿Qué sentido tenía la vida? Si ahora mismo muriera a nadie le importaría, bueno, si, a demasiada gente pero aun así ¿eso aliviaría su dolor? Se discutía todo aquello mientras Luana daba sus instrucciones sobre el hechizo que practicarían hoy.

Reggan solo estaba odiando al mundo hasta que se menciono la práctica. Alzo la mirada de golpe, por cómo se sentía ahora mismo, si le decían que matará a alguien, lo haría sin dudarlo y hasta con sus propias manos, pero sería algo más apto para todos, algo que si se hacía bien y con la intensión podía lastimar a alguien ¿Pero quién sería la victima? Sus ojos pasearon por los alrededores encontrándose con Ely, eso hizo que se le revolviera el estomago y le doliera el pecho, suspiro desviando la mirada hasta el otro lado del campo donde varios chicos se veían unos a otros como idiotas intentando encontrar pareja, eran tan infantiles.

Suspiro y se acerco a la primera chica que vio sola, tenía cara de tonta, pero al menos eran de la misma casa aunque nunca la había visto, debía ser nueva, perfecto, así aprendería una valiosa lección desde el primer día, que Hogwarts no era un lugar tan seguro como se decía y… que nadie debería subestimar a un oponente aunque se tratase de una práctica escolar, aunque ella no le hubiera hecho nada.

-Hey…tu- ni siquiera tenía ánimos de ser educado o formal- Soy Reggan Stoker, trabajarás conmigo, así que… muévete.- Dijo dándole la espalda para avanzar hacia el centro del campo, sabía que lo seguiría, no estaba en posición de discutir o negarse, la amenaza de que quien no consiguiera pareja se enfrentaría a Lu era suficiente como para hacerla trabajar con él.

Una carrera en el aire con el objetivo de derribar a tu compañero, sonaba sencillo tomando en cuenta que era bueno con la escoba y tenía una excelente puntería, pero ¿Y ella? Quizás podría sorprenderlo, no se dio cuenta de que se había quedado mirándola.

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Estaba alistándose para subir a su escoba, se coloco sus guantes de cuero negros para no dañarse las uñas, estaba cansado de que desde su llegada sus manos habían pasado por demasiados maltratos que lo obligaban a hacerse manicuras más y más constantes. La ropa no era la apropiada pero lo haría igual de bien que siempre, en especial por ser un combate, su especialidad eran los ataques. De un momento a otro, la chica con la que haría pareja para la actividad vino hacía él reprochándole sus palabras, él la miro de arriba hacía abajo y se burlo con una de sus encantadoras sonrisas: -Querida, creo que tú no tienes idea de con quién estás hablando, yo le hablo como quiera a quien quiera y es Stoker niña tonta, si tuvieras cerebro sabrías que debes guardarle respeto a ese apellido y aun más… agradece que estamos en la escuela, porque si no, no seguirías viva por venir a decirme que no tengo educación, yo soy un millón de veces más educado y refinado que todos en esta escuela juntos.- Uh si, ella lo hizo enojar, lo peor no era que pudiera ser peligroso o amenazante, si no que su complejo de superioridad lo volvía odioso y arrogante- Sígueme el paso… si es que puedes.- Dijo inclinándose suavemente hacía el frente, elevándose sin problemas- Llevemos esto a alturas interesantes ¿o tienes miedo?- exclamó yendo más de un par de metros sobre el suelo.- Cuando guste “señorita”-

Cada día que pasaba se volvía monótono, aburrido, perdía por completo el sentido, aunque se encontraba mucho más tranquilo que en los días anteriores, era algo confuso, era como si la pasión de su vida se hubiera extinguido por completo.

 Ni siquiera el día de una de sus clases preferidas estaba emocionado. Hacía las cosas por obligación, se vistió y arreglo por costumbre, fue a la biblioteca a estudiar por que ya era rutina, comía muy poco porque era necesario para rendir el día y dormía mucho menos, comenzando a formársele tenues ojeras debajo de los ojos, eso no era atractivo, debía hacer un esfuerzo, pero le era imposible no pensar demasiado en lo fácil que le había resultado a Ely ignorarlo aunque eso era lo que quería, era frustrante.

 Entro al aula sin demoras, justo a tiempo, con semblante serio, sentándose en primera fila, observando al profesor, hasta que comenzó la clase.

 El profesor “Ler” era de lo más interesante, a Reggan le habría encantado conocerlo antes, pero ahora ni siquiera tenía ganas de criticarlo de manera constructiva. Tomó un pergamino y comenzó a escribir lo que les pidió el profesor:

 -Reggan B. Stoker, Slytherin. No poseo habilidades en cuanto a transformaciones de mi organismo pero soy vidente. Asistí el bloque anterior a su clase. No tengo fobias o alergias.

 El profesor estaba más nervioso que nunca, era evidente, no solo por sus tartamudeos si no por su comportamiento.

#LetsMeet

#LetsMeet

PREFACIO:

“Detrás de todas las cosas exquisitas hay algo trágico”

Soy un joven Aristócrata. Un caballero de actitud refinada con costumbres antiguas pero con la mente abierta de la era contemporánea.

Me apasiona el arte, soy amante del placer –no solo físico, eh vivido en el pecado por tanto tiempo que ya no me llama el deseo carnal, más que nada lo busco en lo intelectual, espiritual y emocional- y el poder. De modales impecables y aspecto angelical, nadie sospecharía que alguien como yo guarda obscuros secretos que a cada instante condenan su alma a un tormento perpetuo en el más profundo de los abismos. Soy encantador, lo sé, puedo ser la mejor de las compañías o la peor de tus pesadillas, todo depende de ti y de cuán bien sepas comportarte, conoce tu lugar para no tener que recordártelo.

No temo hacer lo necesario para obtener lo que quiero, y siempre lo hago. Sínico, hipócrita… claro que sí, nunca me han llamado así pero cada quien sabe lo que es, las personas suelen amarme o mejor dicho, a lo que aparento ser. Eh hecho lo necesario para sobrevivir, y cuando lo conseguí comencé a vivir mi manera. No, no me atemoriza el futuro, por el contrario, nací con la “virtud” de poder mirar hacia él, yo lo llamo de otra manera “maldición” una maldición que no me permite esperar lo inesperado, yo no creo en las coincidencias, pero sé mejor que nadie que todo pasa por una razón, quizás por ello manipulo todo y a todos a mi antojo pero tranquilos se apreciar a aquellos que son leales sin buscar nada a cambio pero tampoco es que pueda confiar en alguien a la ligera, soy calculador y metódico, el lado más conveniente siempre será el mío y si no estás ahí estas en mi contra ¿Crees salir bien librado de ello? Toma tus precauciones y aléjate de mí o ven conmigo y entrégate a la obscuridad de una vida llena de placeres que ni en tus sueños más horridos pudiste haber conocido.

Reggan B. Stoker. Es un placer conocerlos.

Off: Lamento haber tardado tanto en publicar mi presentación que debió estar casi desde mi llegada pero tuve algunos problemas. Sin mas contratiempos, es un honor estar en Slytherin y poder formar parte de la mejor casa de Hogwarts.

Sacudió un poco su cabello haciendo que varias gotas de agua se precipitaran hasta el suelo. Desabotono sus pantalones y bajo la bragueta justo a tiempo para escuchar la tenue voz de Ely diciéndole que no estaba lista para estar con un chico ¿A qué se refería? La mente de Reggan estaba tan distraída que su última idea fue que ella se refería al sexo, cuando llego a esta conclusión sus pantalones ya estaban en el suelo y sus mejillas más rojas que nunca.

 ¡¡QUE!! Jamás creyó que Ely pudiera malinterpretar la situación, además Ree no lo haría con una chica inconsciente, al menos no su yo del presente. Se sintió expuesto, como si ella hubiera tocado una fibra sensible en él con ese tema respecto a ambos. Era como hablar de un tema del que no se sabía nada, y es que Reggan, en su inmenso amor por Ely no había imaginado ese momento, porque sabía que cuando llegará sería completamente mágico, luego de eso pasaron tantas cosas que esto lo tomo por sorpresa.

 Rodeo a la cama y se acerco a ella:

 -Ely, eso no es lo que sucede, te  desmayaste y te traje a la enfermería, tu ropa estaba empapada y la enfermera me dijo que te quitara la ropa… o quizás solo lo imaginé- Eso lo dijo en un susurro, aun no entendía que había pasado.- Así evitarías un resfriado, yo también estaba empapado así que hice lo mismo.- se sentó al borde de la cama hablándole con paciencia y delicadeza- ¿Cómo te sientes? ¿Estás bien? No tendrás algo de fiebre…- extendió su mano rosando la frente de la menor que bajo acariciando su mejilla, sin poder dejar de mirarla, era como si ambos recobraran la vitalidad que tanto necesitaban.- Ely… cuando te desmayaste dije algunas cosas que… lamento todo lo que te hice pasar, que te amo incondicionalmente y que siempre voy a luchar por ti, con mi vida, soy tuyo, lo dije una vez y eso nunca fue un engaño, te pertenezco absolutamente.

-Ahm…- No había pensado en que le diría una vez que se acercará, ser chica lo volvía impulsivo pero se saco una historia creíble.- Soy… Lilith!- El nombre de su madre se le vino a la cabeza- Y… soy nueva, bueno, llegue hace unas semanas, te eh visto en clases aunque quizás tu a mi no porque no soy tan participativa en clases- bajo la mirada aparentando estar apenada- Pero creo que es momento de dejar eso de lado y hacer amigos y tú me llamaste mucho la atención ¿Te gustaría salir conmigo hoy?  Podemos hacer muchas cosas divertidas ¡Una tarde de chicas!- Dijo emocionada saltando.

 - ¡Ahm espera! ¡Iré a vestirme y vuelvo corriendo! – Salió corriendo del agua en caminó al castillo, fue tan rápida como pudo, gracias a sus influencias tenía ropa de mujer que le sentaba perfectamente, benditas sus damas de compañía que no entendían porque quería eso pero no pidieron más explicaciones. Una vez lista regreso toda velocidad hasta el lago, tanto como los tacones altos le permitían.

 -¡Lista! Entonces ¿A dónde te gustaría ir? ¿A Hogsmeade, a Londres, de compras, por un café, al cine, al teatro, a un concierto, a la luna?- dijo con una sonrisa encantadora presa del amor que sentía por la menor.-

¿Cómo era posible que aquel ser fuera tan hermoso? No podía explicarlo pero el tono de su voz era suave, exquisito, parecía acariciar su piel y dejarlo con un sentimiento de desear mas, podría pasar horas y horas escuchándola. Aun mas con un nombre como ese que formaba parte del misterio que era ella y lo dejaban con cientos de preguntas.

 -Señorita Lutz, es un placer conocerla…- hizo una suave reverencia, sabía bien que debía guardar su distancia aunque esto hiciera que le doliera el pecho ya que estaba acostumbrado a que las chicas interactuaran con él de una manera más… intima. Se notaba muy tensa, pero resultaba fascinante como era que lo miraba, como examinando cada parte de su cuerpo a la vez que él deseaba que hiciera lo mismo con su alma. Su proximidad era tan tentadora que si ahora se encontraran en su castillo en Rumania, sin dudas no la dejaría irse nunca. Pero estaban en Hogwarts, una escuela con normas, reglas y profesores de magia experimentados que sin duda intervendrían si intentaba hacer algo extraño, debía irse con cuidado y calcular bien su estrategia, ya que estaba seguro de que ella le pertenecería tarde o temprano, todas lo hacían, aunque tenía la esperanza de que fuera diferente de una manera que lo complementara con una perfección irreal, por que en los defectos uno encontraba un equilibrio, Elysian Lutz parecía no tenerlos a simple vista, sus movimientos elegantes, su belleza de ensueño, sus labios que parecían haber hecho un pacto perpetuo de silencio, todo ese conjunto ocultaba muchas cosas, y Reggan no se detendría hasta descubrir todas y cada una de ellas, y amarla, hacer que lo amara con deseo y desesperación, que se enamorara de sus peores defectos, de su alma corrupta y de su vida en el pecado, que lo acompañara.

 ¿Podía permitirse arrastrarla al infierno con él? Definitivamente. O eso era lo que pensaba el mayor en ese momento, aun siendo el niño egoísta y caprichoso que había sido en los últimos años, antes de descubrir a aquel ángel que sostenía una rosa que contrataba con su pálida piel, de una fragancia inusual como su mirada que vacía permanecía apacible mientras poco a poco se revelaban cosas entre ambos.

 -No pude escoger día más perfecto para llegar que el que el destino me tenía preparado, solo para conocerla…- Su mano vacilo en tocarla pero se contuvo solo sonriéndole con ternura, una ternura genuina que tenía cuando encontraba algo que le gustaba, algo que quería y deseaba. – Sería más divertido si juntos conocemos el lugar ¿No lo cree? ¿Podría acompañarla el resto de la tarde a pasear por los corredores descubriendo la “magia” de este lugar?

Re:

||Privado|| Charlemos sobre amor: Conozcamonos mejor ¿Qué es lo que realmente sientes por mí? || Elysian Lutz || 5/10/2016 || Londres || 7:00 pm. ||

¿Cómo puede el diablo empujarte a los brazos de alguien que luce lo más parecido a un ángel cuando te sonríe?

Interesante ¿cierto?

Eso no fue lo que pensé el día en que conocí a Elysian, quizás porque no la conocía en realidad, por su parte ella no sabía nada acerca de mi, y con ello me refiero a nada de lo que verdaderamente influye a la hora de considerar dejar de lado a alguien peligroso, una mala influencia en tu vida.

Evidentemente eso era lo que él menos quería, que ella se alejara por considerarlo una persona inestable emocionalmente, alguien a quien temer, se podría decir que nunca en su vida, desde su nacimiento existió en su ser un sentimiento más puro como el que esa niña le evocaba, incluso haciéndolo desear jamás haber cometido tales atrocidades, pero estaba hecho, lo hizo, mato a mas personas de las que alguien común podría recordar y no planeaba detenerse, disfrutaba de ello y de los placeres mas depravados que la mente humana era capaz de materializar en su entorno. Oh si que le gustaba aquello, pero Ely, ella estaba prohibida para todo eso, con ella podía mantenerse tranquilo e incluso de avergonzaba de si mismo –cosa que en sus diecisiete años de vida jamás le paso ni por un segundo-

Esta noche, después de leer su nota había elegido convertirse en su propio verdugo, aquel que tiraría la cuerda de la guillotina que lo mandaría a una muerte segura. Ya podía sentir la navaja cortando su cuello, como si esos instantes pasaran en cámara lenta viendo a la piel abrirse, la sangre brotar y prolongando la agonía en lo más posible. Una idea que habría parecido tentadora en el pasado y que ahora lo llenaba de una sensación nueva, temor, miedo. Estaba nervioso aunque no lo demostrara de camino al lugar establecido para su encuentro, su imagen seguía siendo elegante, seductora y misteriosa aunque por dentro se preparaba para ser épicamente rechazado por ser una persona desagradable, no había vuelta atrás, la cita estaba en puerta y a unos cuantos minutos para que ella llegara, no sería el único en hablar sobre sus secretos pero sabía que en comparación los de Ely serían mínimos, aunque se llamo a sí misma asesina sabía que las mujeres solían exagerar muchas veces sus palabras, no esperaba llevarse aquella sorpresa conforme avanzaría la noche.

Sentado junto al ventanal contemplaba a la única vela que adornaba la mesa rodeada de rosas blancas, nada mas apropiado para esta noche, porque hasta el ambiente romántico y tranquilo resultaba encantador, imaginaba que no había podido elegir mejor el lugar donde le romperían el corazón.

*

Su mirada era captada por todas las cosas a su alrededor, cuando la lluvia comenzó a caer se dijo a si mismo que todo iba a estar bien, que no tenía por qué tener miedo, lo peor que podía pasar era ser rechazado, épicamente, si eso sucedía podía volver a su vida común, sintiéndose aun mas vació que antes, se estaba dando por vencido antes de enfrentarlo y ese no era su estilo, algo lo regreso de golpe a la realidad, se puso de pie casi al instante en que la suave y melodiosa voz de Elysian lo saludo, volteo a mirarla y se quedo sin palabras, como si todo lo que hubiera planeado se desarmara cuando sus ojos se cruzaron con los de aquel ángel. La seguridad de la que alardeaba se vio súbitamente convertida en dudas que eran demostradas con el temblar de su voz que tardo un poco en aclararse, se veía tan hermosa. -Eh… Ely… ahm… Ely… ¡Señorita Lutz!- sus mejillas se ruborizaron de golpe- Gracias por haber aceptado mi invitación de esta noche- una sonrisa tímida que nunca antes hubiera esbozado naturalmente frente a alguien apareció mientras iba del otro lado de la mesa para correr la silla permitiendo que la señorita Lutz se sentara- Por favor, tome asiento…- regreso a su lugar y sentándose con elegancia se quedo contemplándola, como si esperara que ella dijera algo pero recordó que estaban ahí por su causa así que: -Señorita Lutz… Elysian, debes estarte preguntando por que te cite aquí esta noche, recibiste mi nota y agradezco que te tomaras en tiempo de responderla, tus palabras son lo más hermoso que alguien me había dicho prácticamente en toda mi vida, y digo esto porque sé que esas palabras eran autenticas, yo lo sentí así y confió en ello, por lo tanto, confío en ti… Y sé que debo parecer un lunático por decir eso pero créeme que nunca eh estado mas cuerdo en mi vida. Por ello estoy aquí, para confesarte, contarte todo de mi, la prueba de que estas dispuesta a escucharme es que… viniste, aun cuando tenías la opción de no hacerlo- La miraba con ternura, emoción, ilusión y si creyera en ello diría que esperanza.- ¿Me permites contarte sobre mis demonios, Elysian?

*

Hablar primero le daba la ventaja de que ella pudiera desenvolverse, confiar en él, en caso de que lo entendiera, en caso de que no lo hiciera le daba la ventaja de que se alejaría lo más pronto posible de su lado evitando mayor interacción, haciendo que el proceso de olvidarla fuera mara rápido, o quizás no. Fuera lo que fuera había tomado la elección de decirlo, al mal tiempo darle prisa. Pero lo que ella dijo a continuación quedaría grabado en su alma eternamente: -Sería para mi un honor escucharla y guardar esos susurros para siempre en mi al igual que su aceptación y todo lo que siento por usted.- Una sonrisa radiante en sus labios dio paso a una mirada pensativa, preguntándose por donde debía comenzar, el principio resultaba ser lo mejor, sus ojos sobre los contrarios no se apartarían ni un segundo de ahora en adelante, esto era lo que era, fuera malo, terrible o peor era su realidad, así que no se avergonzaría de ello. -Me llamo Reggan B. Stoker, tengo 17 años, nací en Transilvania, en Rumania, el 31 de octubre de 1998, vengo de una familia de clase alta y no sé si decir lo mejor o lo peor: De sangre pura, una familia que se enorgullece de ello y que conserva las tradiciones de toda familia de nuestro nivel, al menos para una familia de magos tenebrosos de nuestro tipo. – Analizo su expresión antes de continuar, se relajaba mas con cada palabra que exclamaba, eso era bueno- Mis padres eran…adecuados, no eran las personas más cariñosas del mundo pero funcionaban, al menos al principió, al menos hasta que mi madre cometió… la falta más grave: Relacionarse sentimentalmente con un impuro, y un mestizo de la clase más baja, si bien ella no era una persona mala o despreciable, se gano el rechazo de todos por ello, en especial de mi padre, comenzó a golpearla recurrentemente, y su rechazo hacía mi hermana fue igual, no solo l sospechaba que Catherine podría no ser su hija, fue un desastre total, en menos de un año desde que se descubrió todo, mis padres murieron, ambos. Crecí rodeado de lujos, sin restricciones, sin reglas, asediado constantemente por el peligro, educado por mortifagos, nuestro tutor intento matarnos varias veces para reclamar la herencia de mis padres, como no lo consiguió me aparto de mi hermana y me mantuvo recluido en el castillo donde mi vida se transformo a partir de que se descubrieran mis “habilidades” como vidente, y comenzarán a usarme como su bola de cristal, no solo eso, comenzaron a entrenarme como miembro de la orden, los abusos físicos no me importaban, fue cuando comenzaron los asesinatos que algo en mi cambió, hasta ese punto yo tenía sueños, esperanzas, era alguien muy distinto, pero probar la sangre y tener la vida de alguien en mis manos, manipulándola a voluntad me cambió, para mal, pude haberme opuesto pero decidí no hacerlo, me entregue a la obscuridad a un mundo de excesos, un mundo de placer, lujuría, de crimen, de condena, de pecados, que se encargaron de contaminar mi alma, pero lo peor de todo fue que lejos de volverme un ser ruin y despreciable y de que todo en mi reflejara eso, todos parecían amarme más y más, como si con cada atrocidad que cometía algo en mi se volviera aun más angelical, como si me quedará con la vitalidad de cada persona que matará, como si los sueños y esperanzas de esas personas me dieran fuerza y belleza, podría sonar trágico pero yo me volví ambicioso, egoísta, narcisista, un manipulador de primera que no temía usar todo eso para conseguir lo que deseaba, para deshacerse de quien quería sin importar a cuantos pudiera dañar en el proceso, nunca tuve un amigo o persona que realmente apreciará, me volví frio y solitario, un actor perfecto para tantas mentiras perfectas siempre desempeñando mi papel a la perfección, siempre elegante, encantador, nunca libre, siempre con deseo de más, con deseo de sangre y muerte. Al menos hasta que te conocí Ely…- Susurro aquello último con una mirada particularmente intensa, personal, que decía mucho más que solo una serie de palabras bien expresadas. -

*

Era uno de los halagos poco halagadores más significativo que alguien haya podido expresar, decir que le gustaba como la llamaba hizo aparecer en sus labios una sonrisa conmovida, como si hubiera recibido un regalo exquisito, y así había sido, recibió palabras de aceptación y el rubor de las mejillas contrarias que reformo por completo su significado de la belleza y la inocencia, si habría que describir aquellos términos en una persona, sin duda sería Elysian en cuerpo y alma. Sus manos posadas sobre la mesa se deslizaron solo un poco hacía el frente al igual que el cuerpo del mayor que se inclino ligeramente, para volver aun más privadas, intimas, aun mas especiales las palabras que en un suave susurro, con su melodiosa y seductora voz exclamó: -Señorita Lutz… Elysian, Ely… se que quizás aun estés asimilando mis palabras, y por supuesto que quiero escuchar las tuyas, pero quiero que sepas que cuando te conocí te elegí como mía, y no hablo de poseerte, aunque soy amante del egoísmo contigo tomó un nuevo significado esa palabra, se volvió una inspiración, te volviste mi musa, el nuevo significado de mi vida, y yo deje de pertenecer al mundo, a la realidad en la que viví prácticamente toda mi vida, me entregue a ti sin que te enterarás y estoy aquí, confesándolo, pidiéndote que me mates, de una manera lenta y dulce, las crueles mentiras del amor me seducen contigo y en ese momento supe que estaba perdido, que no tenía esperanza, que no podría dejarte nunca, jamás abandonaría todo aunque fuera una simple fantasía de mi parte. Sin importar lo que digas o suceda esta noche, esa es mi decisión… Cuéntame, sobre ti, sobre todo aquello que aqueja tu alma, sobre tus pesadillas, sobre tus sueños, sobre lo que es relevante y lo vano, sobre lo principal y lo secundario, quiero saber todo sobre ti, todo lo que tú quieras contarme, todo lo que haga que me enamore más de la enigmática joven que es Elysian Lutz. || OST:https://www.youtube.com/watch?v=nPSRPwzarMY ||

*

Era una chica directa, y eso más que nada le gustaba, Ree solía ser melodramático de manera poética, era perfecto como aquellas palabras decían demasiado, y aun más fascinante era poder escucharla hablar tanto, añoraba el día en que pudieran hablar durante horas de temas sin importancia solo por el placer de disfrutar de su compañía mutua. Mientras tanto, aquello que le contaba hacía que su mirada pensativa se enalteciera, tenía tantas dudas y a la vez estaba satisfecho de saber más sobre Elysian. No menciono a sus padres o su vida antes del hospital mental, a quienes se refería como “Nosotros” suponía que eran sus hermanos, y salvo por detalles que le habría gustado escuchar todo le parecía sumamente exquisito. No el hecho de que ella tuviera que sufrir tanto, eso lo hacía sentirse en desacuerdo, Ely era la clase de joven que parecería haber crecido en una buena familia de costumbres estrictas, pero su falta de afecto y emociones demostraba algo mucho más severo, tal como acababa de contarlo. El antecedente de sus enfermedades mentales también llamó su atención, pero el hecho de que “ellos” hicieran por dinero lo que él hacía por placer fue lo mejor de todo, porque sabía que eso no era el único factor que lo provocaba, había algo más, matar no era sencillo para las personas que tenían ciertos sentimientos y valores que podían ser alterados por factores como locura, estrés o instinto de supervivencia, pero para otro tipo de individuos, un grupo muy reducido, aquello resultaba ser un “estilo de vida” ambos eran la prueba viviente, porque Reggan que comenzó por obligación ahora lo hacía por gusto y Ely no parecía tener remordimiento, ella era fascinante y le gustaba cada vez más, aun a pesar de su pasado tormentoso se mantenía más o menos estable o eso era lo que aparentaba. Sus manos avanzaron un poco más, quedando a unos escasos centímetros de las contrarias. -Entiendo… se que crecimos en mundos completamente diferentes pero lo comprendo muy bien- Alcanzo a rosar apenas los dedos contrarios sintiendo el frió de su piel- Yo crecí siguiendo las normas de mi familia, obligado a cometer atrocidades, a seguir mi “naturaleza” que poco a poco fui aceptando, tú te viste obligada a seguir la tuya hasta que se volvió parte de ti, y aunque aun no lo sepa todo, estoy seguro de que nada de lo que puedas decirme cambiará en mayor o menor medida lo que siento por ti, sé que mis sentimientos son egoístas y que hasta podrían resultar abrumadores para quien entiende poco o nada de ellos, pero así soy. Es algo que no puedo, y no quiero cambiar. Tu. – Con lo que le dijo de pronto una pregunta llegó a su mente, una que estaba obligado a aclarar antes de seguir hablando- Ely… no me has hablado del origen de tu familia, y no quiero que lo hagas si no estás segura de ello, pero quiero que respondas algo… ¿Eres pura? Me refiero a… tu sangre, tus antecedentes, eran magos puros o…- se aclaro la garganta antes de pronunciarlo en voz alta- Mestizos.

*

Tenía razón, su pregunta le causo gracia. Demasiada como para tomársela enserio, una risa divertida se escapo de sus labios hasta que cayó en cuenta de que hablaba en serio. Recordó el día en clase de pociones que pregunto quién era Lord Voldemort, la reclusión en el mundo muggle ahora tenía sentido. Abrió los ojos demasiado, en una expresión de sorpresa y pena por su reacción: -Ahm, nunca me habían preguntado eso. Puedes notarme un poco contrariado y es que, en realidad nadie comprende muy bien estos términos, veras….Es el nombre que se le asigna a los magos que poseen una ascendencia completamente mágica, alguien de mi clase. En mi familia solo ah habido magos, para explicarlo mejor, nunca ah habido una relación con otros descendientes inferiores, llamémosles, muggles, mestizos o magos nacidos de muggles, por ello se arreglan los matrimonios entre familias de nuestro circulo, o incluso entre nosotros mismos. Los Stoker son una dinastía regida por hombres desde su nacimiento hace trescientos años, nunca nació una mujer al menos no hasta que mi hermana vino a cambiar esa tradición, fui educado para mantener el linaje de mi familia, tal como lo hizo mi padre y su padre, así por más de veinte generaciones. Eso da a entender el por qué de mi pregunta Ely…- Esta vez tomo su mano con delicadeza y al mismo tiempo con firmeza haciéndola comprender lo que implicaba todo aquello- No quiero que de ninguna manera pienses que eres culpable de algo que no sabes, y creo que ese es el mayor problema para la gente como yo- Ahora comprendía muchas cosas- Yo soy de la idea de mantener una mente abierta y una actitud positiva ante casi todo, Elysian, si me dices que uno de tus padres era un muggle o una persona no cien por ciento mago yo… es algo difícil de asimilar pero no imposible porque…- su mirada se poso sobre los ojos de la menor con un temor que no podía ocultar- Ahora comprendo a mi madre… - susurro con vos temblorosa- Lo que quiero decir es que…- Su voz era casi inaudible, volvió la mirada alrededor asegurándose de que nadie los miraba o que al menos nadie conocido, como algún miembro de la orden, estaba ahí.- No me importaría si fueras mestiza…- Podría ser ejecutado de inmediato si alguien de la familia se enteraba de aquello, era una de las reglas principales: No te relacionarás con nadie en casta y pureza de sangre inferior a nuestra familia. Pero aun a pesar de todo, el temor en sus ojos, más que ser por él mismo, era por ella. Solo dos veces en su vida había dejado de ser egoísta, una, cuando renuncio a su hermana y dejo que se la llevaran y dos, cuando se dio cuenta de que estaba dispuesto a cambiar todo aquello en lo que creía y dispuesto a perderlo todo solo por ella.-

*

La manera en que pronuncio aquellas palabras lo hizo estremecerse por que comprendía el por qué lo evitaba, la vida no era fácil para nadie pero con Ely fue más que eso. -Tranquila- apretó su mano suavemente tomándola entre sus manos, acariciándola con cariño, le encantaba sentir el contraste de las temperaturas de su piel, la mano de Ely era tan fría, como si no tuviera vida y al mismo tiempo, no podía creer la cantidad de terminaciones nerviosas que existían, que lo hacían desear no soltarla jamás. -La vida es cruel, la manera en que afrontemos eso es lo que nos hace ser quienes somos, Ely… ambos hemos sobrevivido, de maneras distintas pero lo conseguimos, nadie imaginaría todo eso que me acabas de contar, pero no sabes lo valiente y fuerte que eres.- En lugar de sentir temor, desprecio o cualquier sentimiento negativo, se sentía cautivado por la chica que había sufrido tanto y que ahora podía hablar de ello, de una manera tan vivida que le aterraba pensar que alguien pudiera lastimarla de nuevo. – Los padres no siempre son los mejores ejemplos de nuestras vidas, se que crees que quizás tomaste el camino incorrecto pero cada quien elige quien quiere ser… Yo soy un narcisista con aires de grandeza, despiadado, sin sentido de la compasión, y pude haber sido diferente pero no lo quise, así que… nada podría cambiar mi forma de pensar sobre ti. Yo… quiero, deseo poder hacer que esos sentimientos cambien, hacerte feliz de la manera en que tu lo has hecho conmigo desde que te conocí.

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